Los BENÉ ANUSÍM, ¿quiénes eran y quiénes son? Todo sobre los
judeoconversos.
Los Bené Anusím (Hijos
de los Forzados) son todos aquellos judíos que fueron forzados a convertirse al
catolicismo antes de la expulsión de los judíos de España en 1492 y de la
expulsión de los judíos en Portugal en 1497 también son llamados judíos
conversos, cripto-judíos o marranos.
Vamos a situarnos
en el contexto histórico en el que surgió todo esto. La presión a la que fueron
sometidos los judíos en la España cristiana provocó muchas conversiones
forzosas sobre todo a partir de las matanzas en la judería de Sevilla que se
extendieron por toda la península. Miles de judíos fueron forzados a
convertirse al catolicismo, pero hay que señalar que no todas las conversiones
eran forzosas hubo también conversiones sinceras, pero en la mayoría de las
conversiones sí que fueron a la fuerza.
Estos judíos conversos
pasaron a llamarse «cristianos nuevos» para diferenciarlos de los «cristianos
viejos» y estos conversos eran mirados con bastante desconfianza por parte de
los cristianos viejos, pues muchas veces se les acusaba de seguir practicando
el judaísmo en secreto. Se les acusaba de ser judaizantes y esto llevó a lo que
la iglesia denominó el problema «converso».
La Inquisición se
creó en España principalmente para perseguir a los judaizantes. La Inquisición,
hay que detallar que no perseguía a los judíos, perseguía a los judaizantes,
sin embargo, sí que se acusó a los judíos de mal influenciar a los cristianos
nuevos pues estos todavía tenían contacto con sus amigos y familiares judíos y
se les acusaba de ser ellos los causantes de que tuvieran todavía prácticas judías
y demás.
Finalmente, el 31
de marzo de 1492 los Reyes Católicos firman el decreto, el edicto de expulsión
redactado por el inquisidor Tomás de Torquemada, en el que se dice, se decreta
que todo judío que no se haya sometido a la fe cristiana debe abandonar el
territorio y no volver nunca más a España. Uno de los motivos que alegaron para
hacer este decreto es que los judíos causaban entre los cristianos nuevos
herejía y apostasía.
Se calcula que una
cuarta parte de los judíos que quedaban en España eligieron la conversión. Estos
cristianos nuevos pasaron de llamarse Samuel, Abraham, Isaac Miriam, a llamarse
Juan, Carlos, Felipe, María, nombres cristianos. También cambiaron sus
apellidos, muchas veces se ponían apellidos de cosas relacionadas con el
catolicismo como Santa María o De los Santos para hacer más énfasis en su nueva
condición como cristianos, a veces también usaban apellidos de topónimos como Toledo,
Sevilla, Segovia, Medina, también apellidos de nobles o apellidos de
profesiones como Zapatero, Herrero, Carpintero.
Aquí hay que
señalar y hacer un inciso: Tener uno de estos apellidos no es concluyente de
que tú tengas antepasados judeoconversos, pues hay que entender que
estos apellidos también
los tenían los cristianos viejos.
Un siglo después
del Edicto de Expulsión de los Judíos de España, en España se instauraron los
estatutos de limpieza de sangre para excluir a estos cristianos nuevos de
ciertas profesiones con las que podrían competir por los cristianos viejos,
pues los cristianos viejos vieron con bastante recelo a estos cristianos nuevos
pues se creó una obsesión por la limpieza de sangre, por la pureza de sangre y
por borrar toda huella judía. La inquisición siguió durante muchos años
persiguiendo a estos cristianos nuevos por judaizantes.
Muchos de los
personajes famosos de la historia española eran judeoconversos o de origen
judío converso, tenemos por ejemplo el caso de los místicos Santa Teresa de Jesús
y San Juan de la Cruz, también del religioso Fray Luis de León o incluso el
famoso inquisidor Tomás de Torquemada, él también era de origen judío, sus
abuelos eran judíos conversos, muchas veces los judíos conversos se metían en
el clero, esto es algo muy común en las familias de judeoconversos, porque de
esa manera era cómo podrían demostrar y hacer más énfasis en su cristiandad.
También muchas
veces los judeoconversos se volvían totalmente antijudíos, como es el caso de Torquemada
o demás inquisidores que también fueron de origen converso. También hay
artistas que eran de origen judío converso como por ejemplo Luis de Góngora, es
famosa su disputa con Quevedo. Y Quevedo muchas veces en sus poemas le acusaba
de ser de origen judío, incluso se reía de él, se burlaba, porque le decía que
tenía nariz de judío.
También se dice
que Velázquez fue judío, de Cervantes también se cree que es muy probable que
sea de origen judío converso, e incluso, el propio Cristóbal Colón también se
dice de él.
Pero ahora vamos a
la parte que más nos interesa y a la parte más apasionante de todas, vamos a
hablar realmente de estos judíos que siguieron manteniendo el judaísmo en
secreto. ¿Qué pasó con ellos?, ¿qué fue de ellos? Durante muchos siglos muchas
familias han seguido practicando el judaísmo en secreto.
Con el paso de los
siglos quizás en muchas ocasiones estas tradiciones judías se han seguido
haciendo de forma inconsciente sin ser conscientes de lo que estaban haciendo
era algo judío. Pero son tradiciones que nos han llegado hasta días, sabemos
por los archivos de la Inquisición que, aunque en el exterior vivían como
cristianos en el interior seguían observando determinadas prácticas judías,
prácticas como, por ejemplo: No comían animales no kashér, se guardaban de
comer cerdo o marisco, conejo y demás.
También lo que
hacían era limpiar la carne para quitarle la sangre antes de comerla. Otra cosa
que hacían era que no usaban manteca de cerdo para cocinar, usaban en su lugar
aceite de oliva. En aquella época antiguamente en España era muy común usar la
manteca de cerdo.
También, por
ejemplo, se preparaban para el Shabát, limpiaban la casa los viernes. Muchas
veces también encendían las velas de Shabát y se sabe de muchas personas, que
regresan al judaísmo, cómo ellos han visto, por ejemplo, siempre a su abuela
encender velas los viernes por la tarde y su abuela no sabía por qué lo hacía, simplemente
lo hacía porque eso lo había visto hacer a su madre y su madre se le había
visto hacer a la suya y demás.
Otra cosa que
solía ser típica de los judíos conversos, y esto parece ser que es algo solo de
judíos conversos es que cuando barrían la casa lo hacían hacia el centro de la
habitación y no hacia afuera, porque en la entrada de la puerta era donde se
ponía la Mezuzáh y por respeto al lugar donde debería estar la Mezuzáh barrían
hacia adentro.
Se puede decir que las prácticas religiosas de los cripto-judíos se centraban en tres puntos:
1. Uno de ellos es la alimentación.
2. Otro es el duelo, se han conservado muchas prácticas relacionadas con el duelo, como, por ejemplo: Cubrir los espejos cuando alguien muere.
3. Y el tercer punto son los ayunos, sobre todo el ayuno Yom Kipúr. Kipúr es el Día del Perdón y es el día más solemne del año. Para los judeoconversos era muy importante poder hacer este ayuno, a pesar de que no podían saber realmente el día exacto, pues, hay que tener en cuenta que ya estaban desconectados de las comunidades judías, pero trataban de guardarlo. Y en este día ellos podían pedir perdón por las veces que habían tenido que transgredir la Toráh al aparentar ser cristianos.
Tenemos ejemplos
de comunidades judías conversas famosas como es el caso de los judíos de «La Raya».
La Raya es el paso fronterizo que divide España y Portugal. En La Raya se creó
una cultura de resistencia de judíos que iban pasando de un lado al otro y que
mantuvieron sus tradiciones en secreto y que las transmitían de forma oral. También
está el caso de los chuetas en Mallorca. En el Siglo XVII hubo dos Autos de Fe contra
estos chuetas que eran descendientes de judíos conversos. Durante siglos la
población cristiana les ha discriminado hasta bien entrado el Siglo XX, han
llevado como ese estigma encima de ellos.
Para finalizar,
también he de comentar que muchos de estos judíos conversos también se fueron a
América, entonces en Latinoamérica hay también bastantes casos de personas que
son descendientes de judíos que son Bené Anusím y está surgiendo hoy en día
algo muy especial y particular. Muchas personas están descubriendo sus raíces y
muchas de las conversiones al judaísmo que hay en España y en Latinoamérica son
motivadas precisamente por esto, por personas que descubren que son
descendientes de judíos, que fueron forzados a convertirse al catolicismo y
ellos deciden regresar a sus raíces, deciden regresar al lugar al que su alma
realmente pertenece.
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